jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo décimo octavo: Kyoku.


            La melodía que inundaba los oídos de Veronika ya se estaba convirtiendo en irritable y cambiante. Ya no sabía si le gustaba, ya no le traía paz, y el sentimiento que se arremolinaba en su interior no le parecía para nada agradable.
            Kyoku es una persona que ha compartido momentos con Veronika a lo largo de este año, pero últimamente el sabor de esa amistad se batía en duelo entre el amargo y el agrio. No sabía si le estaba engañando ahora o si el engaño lleva tiempo en función.  En cualquiera de los casos, las ganas de destruir algo perfecto iban en aumento.
            Siempre que sentía que alguien le iba a fallar, le fallaba. Y era en estos momentos en los que deseaba destrozar algo en lo que había estado trabajando duramente de la manera más rastrera, impúdica y libre de escrúpulos posible. A veces,  la manera de hacerlo era directa, pero en la mayor parte de las ocasiones, tan solo se sentaba a mirar cómo se pudría lentamente escuchando los gritos ahogados clamando una última oportunidad y ella tan solo podía sonreír.
            A su mente regresaban las duras palabras que le herían por dentro a pesar de no mostrar expresión alguna. “Una de las razones por las que está contigo, es por conveniencia”. Veronika no se considera una persona de conveniencia y tampoco le gusta rodearse de ella. Cree que este tipo de personas es de esas que quieren llegar a lo más alto, pero no superándose a sí misma, sino pisoteando la cabeza de los demás, destrozando sus rostros, sus sueños y metas, para que su alma putrefacta no se vea tanto comparada con las demás.
            Veronika está dispuesta nuevamente a dejar de confiar. Y quizá lo que más daño pueda hacerle a esta persona sea que se le acaben los paseos en coche y no le deje más ropa. Aún así, Veronika es tan tremenda e irremediablemente estúpida que está dispuesta a prestarle su hombro para llorar, sus oídos para escuchar y sus palabras por si pide consejo. ¿Lo aceptará? ¿Volverá a recuperar la confianza que tenía en Kyoku?
            A sabiendas que Kyoku leerá esto, quizá en este caso sí se pueda considerar una carta.

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