jueves, 24 de enero de 2013

Capítulo cuadragésimo primero: Chances and changes.


Desde hacía unos días Veronika se sentía rara, extraña. Como si algo no encajara por el simple hecho de encajar a la perfección. Sentía que todo había cambiado. Pero era un cambio agradable.  ¿Es esto madurar? Quizá. Y de ser así, se los aseguro, para ella era la mejor sensación del mundo.
Todo se ve con otros ojos. No es que se vea más nítido, ni de otro color. Simplemente algunas cosas a las que antes no le dabas sentido, lo cobraban de la noche a la mañana. Simplemente había cambiado sus dudas por optimismo. Había aceptado la realidad totalmente.
¿Qué se descubre a un político corrupto? Por el amor de Dios, eso no es algo que nos sorprenda. ¿Por qué tanta inocencia fingida? Todos, políticos, médicos, periodistas, parados… todos, de poder conseguir algo más de lo que deberían, de no ser descubiertos, aceptarían cualquier pacto.
¿Qué siempre, por tonto que sea, va a haber alguna pelea? Pues sí. Sobre todo cuando piensas que todo está bien, porque hay muchas cosas que se guardan por no ocasionar conflicto. Y son esas pequeñas cosas las cuales una tras otra hacen que estallemos a la mínima.
Y quizá este era el cambio más grande que se había producido en Veronika. Puede que no pasara con todas las personas, pues siempre existirán algunos en los que confíe mucho pero no pueda contarles sobre algunos temas, o muchos en los que desconfíe pero por el contrario, sienta que solo a ellos puede explicarles ciertas cosas. Pero sabía que al menos le pasaba con unos pocos, con un círculo muy cerrado. Y eso hacía que esa bola de energía de la que ya había hablado antes creciera y creciera en su interior.
También empezaba a sentirse cómoda con su cuerpo. Pero cómoda de verdad. Siempre había considerado que no era bonito, o no podría ser del agrado de nadie. Y sí, puede que no sea la persona más delgada, o la más atractiva. No  tiene el pelo más largo y sano. No es voluptuosa, ni sus curvas producen infarto. No es alta ni esbelta. Pero tampoco todo lo contrario. Está sana. Atrás quedaron todas sus mil y una trampas para estar más delgada y su agonía al ver que la báscula no marcaba un peso más bajo.
Tiene a gente que la quiere a su alrededor, y tiende a alejar a todo aquel que pueda causarle problemas, al menos, hasta que las cosas se calmen del todo. No tenía resentimientos. Y pretendía mantenerse así por una larga temporada.
No, todo esto no quiere decir que no discutirá, ni se peleará, ni que no habrá momentos en los que su motivación baje. Simplemente significa que esta es Veronika ahora, y que esta nueva persona pretende quedarse por mucho tiempo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario